Un sólo vistazo a los trabajos de Laia Guarro lo deja claro: aquí hay mucho talento femenino, mucho cuidado del detalle y mucho criterio. Todo bajo una máxima: para un resultado efectivo, hay que dejar reposar las ideas.
¿Un estudio de diseño creado para ayudar, que integra al cliente en el proceso creativo y en el que la empatía es un valor innegociable? Sí, es posible. Y Laia Guarro ha conseguido crearlo. Después de trabajar en estudios de Barcelona y Milán, Laia co-fundó la-nevera y, más tarde, Creative Affairs. Ahora, desde su propio estudio ayuda a personas y empresas a comunicarse eficazmente, huyendo de un diseño superficial y apuntalando su proceso en tres pilares: escuchar, pensar y actuar.
Laia, ¿qué has aprendido de toda tu experiencia profesional previa que estés aplicando ahora en el estudio?
Antes de formar el estudio Laia Guarro, tuve la oportunidad de trabajar en otros estudios en Barcelona y Milán donde aprendí a trabajar en equipo, a relacionarme con los clientes, a buscar soluciones de forma rápida, a equivocarme y volverme a equivocar. Ha sido la mayor escuela para mí, donde he aprendido de cada uno de los profesionales que me he ido encontrando por el camino desde que empecé a los 18 años.
En Laia Guarro ayudáis a personas y empresas “a comunicarse de manera creativa y efectiva”. ¿Cómo debe ser el diseño para ser efectivo?
Para poder llegar a un resultado óptimo y, por lo tanto, efectivo, primero escuchamos al cliente, intentamos entender cuáles son sus necesidades, sus problemas. A través de la escucha, reuniones, de compartir información, intentamos generar los resultados apropiados y esperados que nos hemos marcado conjuntamente con el cliente.
En vuestra web comentáis que, en vuestro proceso de escucha al cliente, fomentáis la empatía. ¿Creéis que es una cualidad que se ha perdido en los negocios?
No sé si es una cualidad que se ha perdido en los negocios, pero puedo asegurar que es uno de los puntos fuertes del estudio. Te pondré un ejemplo; nuestro último proyecto que hemos realizado, el rediseño de la revista Diseño Interior, su directora dijo en una entrevista “si algo caracteriza su trabajo es la extraordinaria capacidad de escucha a las necesidades del cliente y a su incansable búsqueda de soluciones que logren el 100% de satisfacción por ambas partes”, pues eso ☺.
Si hay buena sintonía y empatizas con el cliente, todo fluye mejor, y al final de eso se trata.
Hilando con la pregunta anterior, ¿qué otras cualidades, más allá de las técnicas, son esenciales para desarrollar vuestro trabajo?
Para desarrollar bien nuestro trabajo te diría que hay muchos otros factores que influyen; la observación, la tenacidad, la paciencia, las ganas de aprender… pero sobre todo destacaría la motivación, tanto individual como la que se genera trabajando en equipo.
La motivación para hacer un buen proyecto, es fundamental, y para ello hay que tener un espacio que te acompañe, tener sinergia entre todas nosotras; sentirte que formas parte de un grupo, que nos escuchamos, nos valoramos, nos ayudamos, nos respetamos… si hay esta energía, la transmitimos en los proyectos y los resultados son mucho mejores.
¿Qué peso tienen los proyectos propios en vuestro trabajo?
En realidad, nos cuesta mucho encontrar espacios para poder dedicar a los proyectos propios. Para nosotras son una válvula de escape, poder hacer lo que realmente nos apetece, de una forma más instintiva, artesanal y manual, pero sobre todo nos encanta abandonar el ordenador por unas horas.
Me encantaría poder dedicarles más tiempo y energía, pero siempre priorizamos los proyectos por encargo.
¿Cómo es el buen diseño editorial?
Una portada que atraiga la atención del lector, una buena selección tipográfica que imprima el carácter de la publicación y que sea fácilmente legible, un cuidado especial con los materiales y la encuadernación… Hacer sentir al lector que tiene una pieza especial entre sus manos, que la valore y disfrute, como si encontrases un tesoro.
¿Por qué esa sensibilidad tan especial que demostráis hacia los materiales y el proceso de producción?
Toda esta sensibilidad la desarrollé mientras estudiaba la Ingeniería técnica en diseño industrial en Elisava, donde tenía mucho interés en saber cómo eran los procesos de producción de los productos, los materiales, los acabados…
Nunca trabajé como diseñadora de producto, enseguida empecé en el campo de la comunicación gráfica y fue diseñando libros donde pude volcar toda mi curiosidad en aprender sobre los materiales, procesos y técnicas de impresión.
¿Sois metódicas en vuestro proceso creativo, seguís unos pasos concretos a la hora de concebir un proyecto, o dejáis lugar también para la improvisación?
No me gusta nada improvisar. Me gusta tener una metodología, me da seguridad saber que siguiendo unos pasos vamos a llegar a un buen resultado:
Lo ideal es coger lápiz y papel, pensar con total libertad en el problema y posibles vías para solucionarlo, compartir entre nosotras, hacer una lluvia de ideas, procesar las ideas, ver cuál sería la más adecuada, y estudiar las posibles vías. Siempre lo más importante, es dejar ‘reposar’ las ideas. Las ideas son como las tartas, están más buenas al día siguiente 🙂
Pero a veces, y de forma repentina, nos viene una idea que puede cambiar por completo el proyecto encontrando una solución muy creativa… pero estas ideas ‘improvisadas’ llegan, porque ha habido mucho trabajo, esfuerzo y dedicación en el proyecto.
Hace poco, escuché decir que “el buen diseño dignifica”. ¿Qué papel juega el diseño en el mundo, en nuestras vidas?
El diseño gráfico juega muchos papeles en nuestras vidas, desde ayudar a vender más a una multinacional hasta mejorar la accesibilidad de la información a las personas. Todo puede ser buen diseño, pero el fin es lo importante. Claramente me quedo con la segunda parte.
Habéis hecho trabajos y campañas contra la violencia machista, por los retornables, para eventos sociales como el carnaval… ¿Qué reglas seguís a la hora de aceptar o rechazar proyectos?
La verdad que aún no nos hemos planteado esta cuestión, supongo que por necesidad. Pero en el estudio nos encantaría hacer un giro y trabajar en proyectos sociales y culturales, proyectos para la ciudadanía y las personas.
En general, ¿cuáles son los obstáculos más habituales con los que os encontráis a la hora de ejecutar las ideas?
El tiempo. Muchas veces nos llegan proyectos súper interesantes con un deadline muy apretado y esto es un gran obstáculo para poder llegar a un buen resultado. Es aquí, donde muchos días me encuentro trabajando día y noche, pensando durante los fines de semana para poder llegar a una buena solución. ¡O por falta de tiempo, empezamos a lanzar propuestas, ideas, sin una previa planificación o análisis, esperando que alguna de las ideas sea la que estamos buscando y cuando ocurre es maravilloso! Pero a veces no es así, y acabamos presentando un proyecto medio sin estar del todo satisfechas, pero que cumple con los requisitos del encargo.
Nos gusta mucho que tengáis una lista de las personas que han pasado por el estudio. ¿Cómo conseguís aunar el estilo y las ideas de las personas que conforman el equipo para dar lugar a proyectos consistentes?
El estilo del estudio se ha ido formando poco a poco. Y creo que son las personas que se sienten identificadas con lo que hacemos y quieren formar parte de nosotras y a su vez aportan su grano de arena.
Se ve una apuesta clara por el talento femenino. ¿Qué os aporta la energía femenina en el proceso creativo?
La verdad que nunca fue una decisión de estudio, sino que ha sido algo natural y fluido… poco a poco y a raíz de varias experiencias, he visto que me siento más cómoda trabajando con mujeres, donde hay sororidad y podemos ser nosotras mismas, hablar de lo que nos apetezca y siempre respetándonos las unas a las otras.
Como mujer profesional, ¿qué obstáculos has tenido que enfrentar?
El sueldo. En más de un trabajo se me ha discriminado por ser mujer y los hombres han tenido un sueldo más elevado que el mío, haciendo exactamente el mismo trabajo.
Otro temazo: No hay políticas para la conciliación laboral. Mis bajas por maternidad fueron inexistentes.
En muchas entrevistas con clientes, he sentido que tenía que demostrar más solamente por ser mujer. Estoy segura de que si hubiera sido hombre, se me hubieran abierto muchas más puertas, pero solo es una intuición… esto nunca lo sabremos.
Entrevista de Silvia Nortes para Ladies, Wine & Design Murcia:
En mi currículum pone que soy licenciada en Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad. En realidad, solo me gusta escribir. Y aprender, claro. Si no aprendes, se te vuelan las ideas. En mi camino en busca de la plenitud profesional he trabajado en radio, comunicación y gabinetes de prensa. Aunque lo que más me hincha el orgullo es que ‘El País’, ‘El Mundo’ y ‘Vice’, entre otros, se hayan interesado en mis ideas. Como periodista ‘freelance’ soy una profesional de la insistencia hasta que consigo que me publiquen. Escribo desde España para ‘Index on Censorship’ y estoy preparando un libro. También me sale genial el guacamole.